Normalmente, aquel engendro que califican como “canción del
verano” suele ser un insulto al buen gusto, a la inteligencia (aunque no sea
demasiada), y a la estética. La de veranos que hemos tenido que aguantar a
Georgie Dann (que, pese a todo, es un tipo que siempre me ha caído simpático),
a King África -que acaba de hacer un threesome musical junto a Fernando Esteso
y Leonardo Dantés, tócate los huevos- o al inventor del rumbakalao, Azuquita.
Pero no os preocupéis, que no os voy a hacer leer (si es que hay alguien ahí)
sobre tenebrosas mutaciones musicales “fresquitas y veraniegas”, sino que os
voy a presentar un tema que por sus intenciones, se postula como una de las más
firmes candidatas a canción del verano. Pero canción de verdad, no un simple
proyecto sacacuartos para la masa aborregada.
El danés Be Svendsen se ha sacado de la manga uno de esos
tracks (“On the hill”) que, gracias a su sandunguero groove -a medio camino
entre lo hortera y el schaffel a lo Kompakt-, sus detalles sonoros cristalinos
cual agua del Manzanares, y, sobretodo, a una melodía silbada que es puro vicio
y euforia, lo petará (estoy convencidísimo) en las pistas de medio mundo. Y si
no, que me corten el dedo meñique.
En la otra cara, “The elephant cage” baja un poco el estado
de alegría artficial en el que te deja su predecesora (es inevitable incluso
estando solanderas en casa, como es el caso mientras escribo esto) sonando
cinemática, repleta de pequeños detalles y melodías (alguna de ellas, me
atrevería a calificar de cabareterobizarras), completando un maxi la mar de
majo e ideal para huir de según qué dañinas músicas durante este verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario