Ya desde tiempos antiguos, cuando apenas se perfilaba lo que
sería el homo sapiens, el entorno sonoro jugaba un rol fundamental y, según han
mostrado numerosos estudios, nuestra relación con los sonidos que nos rodean y
constituyen, han dado bases para el desarrollo de lenguajes, instrumentos y
formas de expresión. Bien sea por la caza, por imitar los sonidos de los
animales, por cortejo, supervivencia, exploración geográfica, organización
social, entre tantos otros factores, sabemos que el ser humano viene explorando
el entorno sonoro.
A ratos es llamado sonido del entorno, pero no es solo esto,
dado que no es únicamente el sonido del mundo, sino también el mundo (propio)
del sonido. Esto es, no sólo vale la pena considerar los sonidos como generados
en los contextos que habitamos visual, conceptual y tangiblemente, sino también
reconocer que el sonido que deambula en el ambiente donde vivimos, condensa una
dimensión en sí misma, cargada de señales invisibles, solo disponibles al oído.
Esta fijación hacia el ambiente sonoro podríamos
sintetizarla en el ejercicio de abrir el oído
la música del mundo, de asumir la escucha como un elemento fundamental
para la edificación de la vida, teniendo una consecuencia radical en la manera
como creamos. La música, con sus lenguajes, instrumentos y vertientes, es un
gran ejemplo de este diálogo constante con la naturaleza que se revela en la
escucha y cómo los instrumentos que suenan, en muchas cosas fueron inspirados
por la música que naturalmente habita en el mundo, el denominado paisaje
sonoro.
Abrir el oído a la música del mundo
Aunque no es un territorio netamente nuevo, es en los
últimos años donde la grabación de campo ha ido ganando popularidad, quizás
motivada por muchos factores que incluyen, por supuesto, la democratización de
las herramientas y lo asequible que ahora son este tipo de aparatos con
respecto a lo que hace unos años. Sin embargo, creería que el interés por la
grabación de campo radica en las diversas posibilidades que implica esta
práctica en términos de lo que obtiene para fines creativos y de exploración:
sonido del entorno, sonidos fuera del estudio, de cualquier tipo, en diversos
ámbitos y bajo una gran diversidad de situaciones.
Esta posibilidad de grabar afuera implica una amplia
variedad de rutas de exploración del sonido y trabajo con el mismo, incluyendo
(aunque no limitándose a) la ecología acústica, el diseño sonoro (para cine y
videojuegos), la música, el arte sonoro, la investigación psicoacústica,
biología, sonido directo contextos socio-políticos, entre otros, incluyendo
también el simple hecho de grabar sin pretensión ni necesidad, solo por el amor
a lo escuchado, por esa tentación extraña de plasmar en señales de audio,
aquello que rodea nuestro paisaje sonoro.
La grabación de campo es ante todo esto último: una
exploración personal, un adherido a los oídos, un aliado, una forma de
integrarnos al mundo y reflexionar sobre este, de paso también recolectando un
poco de su materia sonora, bien sea para guardarla por su valor sentimental y
personal o por su potencial para una composición, proyecto o investigación. En
este sentido la práctica de la grabación de campo abre incontables
posibilidades, no solo porque sus aplicaciones son muchas, sino porque los
sonidos del entorno son realmente diversos y la complejidad de timbres y formas
sonoras que podemos conocer en el entorno es impresionante. Por ello la
invitación sería a que nos abramos al mundo de los sonidos en su apertura, que
los integremos al tiempo que nos integramos a estos; porque la grabación de
campo abre los oídos.
Comenzando a grabar
Ahora bien, habiendo recibido la invitación, fácilmente
surge la pregunta: ¿Cómo comenzar? ¿Qué equipo es mejor? ¿Cual grabadora o
micrófono? Y aun que esto puede parecer relativamente fácil de responder,
variará muchísimo según las necesidades de cada persona. Por ende la primera
cuestión, más que buscar entre uno u otro aparato, se trata de preguntarse ¿Qué
busco?, y de acuerdo a lo que más o menos se proyecte, comenzar a decidir.
Ejemplifico esto con un caso personal: cuando comencé en la
grabación de campo, adquirí varios micrófonos, una grabadora grabadora de buen
tamaño y toda una serie de artilugios necesarios para este kit, como baterías
USB, cables de diversos tipos, maletas, protectores de viento, entre otros. Con
el paso de los años, la propia exploración de los territorios acústicos, el
conocimiento que se va adquiriendo de la librería personal y los usos que se le
da a los sonidos, me dieron una lección: no necesitaba casi nada de lo que
creía necesitar, y hoy en día simplemente cargo conmigo una Sony PCM-D50 con
unos cuantos micrófonos pequeños (hidrófono, de contacto y antena de campos
electromagnéticos). Todo cabe en un pequeña bolsa, no se necesitan muchos
artilugios ni cables... Así que bueno, es pertinente no asustarse por no poder
adquirir muchas veces la más costosa grabadora o el micrófono más famoso, lo
importante termina siendo la captura y la experiencia que vivamos oi busquemos
con ello.
Por ello más que dar varias ideas kits posibles, y aunque ya
hemos explorado antes recomendaciones equipo de grabación, presentamos ahora
esta introducción, más actual y referenciada, con la idea de generar una guía
más amplia que permita explorar opciones, de diferentes precios y
especificaciones, organizadas en varios grupos y todas influenciadas por
información recopilada de experiencias personales además de recomendaciones,
comparaciones y entrevistas recopiladas en la red.
La idea es proveer opciones que puedan combinarse, de tal
manera que cada quien pueda armar su propio kit. Por ello las recomendaciones
de equipo las dividimos en siete grupos: grabadoras de mano (sin previos),
grabadoras todo-en-uno, grabadoras con previos, micrófonos tradicionales,
micrófonos experimentales y accesorios. Y no sobra recordar nuestra reciente
introducción a la grabación binaural.
Accesorios
Comenzamos con los accesorios dado que son excesivamente
importantes; en muchos casos su carencia implicando un total desastre a la hora
de grabar. Entre los accesorios recomendados están una buena maleta (tipo
Pelican, Gator Bags o Portabrace), cinta, buenos cables, baterías y quizás lo
más importante: la protección contra el viento, disponible en muchos tipos de
estilos y para todo tipo de configuraciones.
La marca más reconocida en esto es Rycote, aunque existen
alternativas. Conocidos como windjammers, estos protectores de viento son un
elemento esencial, tan importante como la grabadora misma. Para grabadoras
portátiles, se tienen varias opciones como los mini-windjammer. Para micros
shotgun, se requiere ya un protector más dedicado, entre los cuales el más
popular es sin duda el Blimp de Rode, cuyo precio está en $300. Otras opciones,
un poco más costosas serían ya los kits de Rycote, que pasan por los $400.
Grabadoras de mano
Quizás es esta la opción más económica y práctica par quien
apenas comienza o simplemente busca explorar de forma básica la grabación de
campo. En este grupo se incluyen grabadoras que presentan por lo general dos
micros con posibilidad de modo XY y ORTF para grabación estéreo, no necesitando
ningún tipo de micrófono agregado y por lo general siendo opciones bastante
compactas.
Sin pensarlo dos veces, la mejor opción es probablemente la
Sony PCM-M10, una compacta grabadora que oscila entre los $250 y cuenta con una
calidad inigualable, no solo por sus micrófonos sino por su construcción. Las
grabadoras Sony están construidas para las peripecias de quien se aventura a
grabar en el salvaje mundo. Son resistentes, sólidas y con calidad que, según
varias opiniones, es más óptima y limpia que otras opciones como Zoom o Tascam.
Sin embargo, si buscamos algo más económico, una opción muy
popular hoy en día es adquirir un micrófono para nuestro teléfono. Para iOS,
por ejemplo, hay muy buenas opciones, como el Rode iXY que alcanza los $199,
aunque limitado a un único modo estéreo y supeditado a las posibilidades del
equipo. Sin embargo, esta opción es interesante dadas las apps y procesos que
se permiten en un iPhone. Hay que tener en cuenta que por el mismo precio puede
adquirirse una Zoom H4n, que en muchos casos será mejor dadas las opciones que
presenta, las cuales evaluaremos más adelante. Otras opciones para iOS son la
línea Zoom iQ o ya extramademente económica, el Tascam iM2.
Otras opciones a considerar, más económicas que la PCM-M10 y
quizás con menor calidad, pero recomendadas por su relación precio-resultados:
Roland R-05, Tascam DR-05, o Zoom H2n . Por varios años anduve con una Zoom H2,
y si no fuera porque la perdí, aún la llevaría a todo lado. Tuve una Zoom H1 y
no la recomiendo: es frágil, micros baratos y muy débil ante el viento.
Grabadoras todo-en-uno
En este grupo se incluyen grabadoras combo, es decir, que
incluyen posibilidad de grabar, integran micrófonos y además ofrecen
preamplificadores para integrar micros externos.
Las dos opciones más económicas en este sentido son la
Tascam DR-40, la Marantz PMD661MkII o la mencionada Zoom H4n, todas entre $160
y $400. La ventaja de estas herramientas es que ofrecen una variedad de
opciones muy completa para su precio, por lo que pueden ser la opción a seguir
para aquellos interesados en una opción todo-en-uno en bajo presupuesto. Claro
está, hay que tener en cuenta que no podemos esperar previos excesivamente
limpios, con una respuesta de primera clase. Sin embargo, grabadoras como la
Zoom H4n se ven por doquier, desde procesos musicales hasta rodajes de cine o
TV, dependiendo del caso, claro está.
Otra opción en este grupo es la Roland R26, la cual soporta
hasta 6 canales o la Zoom H6 que permite una flexibilidad de micrófonos y
conexiones más que interesante. Y para quienes cuenten con más presupuesto,
quizás podrían considerar la Sony PCM-D100, que aunque su precio pasa por los
$800, representa de todos modos un aumento notable en la calidad del material
grabado, expandido además con algún previo externo.
Grabadoras con previos
Ahora bien, para muchos dedicados a la grabación de campo,
es esencial una grabadora dedicada, dado que utilizan micrófonos más
especializados y con diferentes métodos de grabación. Por lo general estos
modelos de grabadoras son utilizados en situaciones profesionales y ocasiones
donde es necesario grabar en múltiples canales simultáneamente, con determinada
calidad o con posibilidad de integrarse a procesos de rodaje audiovisual donde
se necesita por ejemplo soporte Timecode o algún tipo de conexión con el
sistema central de grabación de rodaje.
La opción más popular es sin duda una de las varias
grabadoras de Sound Devices (702, 722, 744T o T88T), famosas por su solidez y
calidad. El primer modelo graba en memoria compacta y los demás graban en disco
duro. Ofrecen de 2 a 8 pistas según la referencia, pero su precio va entre
$2.000 y casi $7.000. Quienes cuenten con el presupuesto, sería un modelo a
seguir, avalado ya por muchos quienes utilizan esta marca.
¿Opciones más económicas? Las hay, por supuesto, y algunas
de ellas muy populares: La Zoom F8 es sin duda la más completa en su relación
precio-opciones, dado que permite grabación a 10 pistas y una completa variedad
de funciones de última generación que por $999, no está para nada mal y de
hecho ha recibido muy buenas críticas. Si se busca una opción con menos
funciones o un precio más bajo, una opción similar a la F8 es la Tascam DR-680
que llega a casi $500 y ofrece también 10 pistas. Otra recomendación muy
popular es la Roland R-44 que graba a 4 pistas en disco de estado sólido y cuyo
precio no pasa de $800, o ya otras buenas máquinas como las hoy clásicas Fostex
FR-2LE o Tascam HDP2, ambas con buenas opciones para sonido directo y flujos de
trabajo de lo audiovisual.
Previos independientes
Algunas personas, dada la flexibilidad que permite en muchos
casos, preferimos la opción de contar con los previos separados a la grabadora,
de tal manera que sólo se utilicen cuando sea necesario, no ocupando espacio
cuando no se requiera su uso, además de ofrecer en algunos casos mejor calidad
que los micros mismos de la grabadora.
En este caso, por experiencia personal, recomiendo Sound
Devices USBpre2, que es el modelo que utilizo, aunque su versión previa es
también muy buena alternativa. Es un dispositivo construido con la calidad
reconocida de Sound Devices, con excelentes previos y el agregado de poderse
utilizar como interfaz USB. El previo se conecta por línea directa a una
dispositivo (en caso personal una Sony PCM-D50) donde se graba, o si se cuenta
con ordenador, también lo permite. Otras opciones recomendadas son los
mezcladores Mix-Pre D o SD 302.
Micrófonos tradicionales
En este terreno ya se abren las opciones de muchas maneras,
dado que los fabricantes y tipos de micrófonos son abundantes. Sin embargo, por
lo general se buscan dos opciones: grabación directa (mono, con shotgun) o
grabación panorámica (estéreo, en configuración XY, ORTF o MS). De acuerdo a
esto se perfilan diversos tipos de micro, algunos con mejor respuesta que
otros, con calidad variable según la marca.
Las opciones económicas más populares, suelen provenir de
Rode o Audio Technica y las más costosas, aunque famosas por su calidad, suelen
estar en marcas como Senneheiser, Shoeps, DPA o Neumann. Dada la variedad de
precios y características, en este punto nos limitaremos a dar algunas opciones
populares en los dos grupos mencionados:
Directa/shotgun – El estándar de la industria es quizás el
Sennheiser MKH416, reconocido por su respuesta en frecuencia y su doble modo
supercardioide/hipercardioide. Su precio oscila entre $1.000. Una opcióin más
económica es el NTG-3 de Rode (alrededor de $700), llamado por muchos como
"el Sennheiser MKH416 económico", aunque para algunos, no tienen nada
que envidiarle. Otras opciones de shotgun, con características diferentes entre
sí y diversos precios serían el Shoeps CMIT 5U, Neumann KMR 81i o el Sanken
CS-3e, cuyos precios alcanzan (y sobrepasan) ya los $2.000. Algunas opciones
económicas podrían ser el NTG-2 de Rode o el Audio Technica AT897.
Opción estéreo – A la hora de grabar en estéreo se pueden
adquirir dos micros que se ubien en la configuración deseada, en XY, ORTF y MS.
Algunas opciones muy populares en XY son el Rode XY y el Audio Technica AT2022
o BP4025, $250 y $750 respectivamente. Para ORTF se puede comenzar con una configuración
básica como un par de Rode NT5 o dos Oktava MK-012-01, oscilando entre $400 y
$600 el par.
Micrófonos experimentales
Otras opciones de micrófonos altamente recomendadas, y en
muchos casos más interesantes –en términos exploratorios–, que los micros
tradicionales, son los diversos dispositivos de captura experimental, cuyas
recomendaciones las haremos brevemente, según marcas conocidas. Algunos de
ellos pueden incluso construirse fácilmente, con elementos de muy bajo costo,
sin embargo, nos limitaremos a las opciones ya existentes, incluyendo
micrófonos grabar dentro de líquidos (hidrófono), registrar vibraciones en
sólidos (micrófonos de contacto), capturar emisiones electromagnéticas (antenas
DIY o pickup coil) o registrar sonidos de muy baja amplitud.
JrF microphones – Marca personal de artista sonoro inglés
Jez-Riley French, quien ofrece varios tipos de hidrófonos, micros de contacto y
herramientas para captura de campos electromagnéticos. Sus precios son modestos
y la calidad es muy buena. Utilizo uno de sus Hidrófonos de serie C, tanto para
grabar en líquidos como para sólidos (los hidrófonos y micros de contacto se
basan en el mismo principio).
Cold Gold Mics – Otra marca reconocida en este tipo de
opciones, ofreciendo principalmente micros de contacto, incluyendo varios
modelos, partes e incluso curiosas opciones como cintas, hidrófonos, cables,
etc.
Audiotalaia Microphones – Derivado del sello español
Audiotalaia comandado por Edu comelles, se encuentra este proyecto de creación
de micrófonos de bajo costo, algunos de ellos disponibles para la venta,
incluyendo un micrófono de contacto y un par de lavalier estéreo pensados
especialmente para la grabación de campo.
Usi | LOM – Ofrecen una serie de dispositivos de extrema
experimentación, algunos orientados a grabar sonidos de muy bajo nivel, otros
para capturar campos electromagnéticos, entre otras aplicaciones interesantes.
Quien esté buscando hidrófonos de alta calidad, no dude en
darle un vistazo al DPA 8011, reconocido por su respuesta en
frecuencia-amplitud. Una alternativa económica a este sería el Aquarian Audio
H1A, al cual puede también agregarse un accesorio que lo convierte en micrófono
de contacto.
Dada la multiplicidad de usos que pueden darse a estos
equipos, y la gran diferencia de precios que representa, nos abstendremos de
dar veredictos radicales acerca de qué es mejor. Todas las herramientas
mencionadas, son utilizadas por muchos artistas, diseñadores, músicos e
investigadores. Los ejemplos y comparaciones abundan en Internet, así que solo
queda esparar que esta breve introducción sirva como un buen punto de partida.
Agradecimientos a Hispasonic por esta excelente publicación
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